domingo, 19 de octubre de 2008

La ladrona de libros, Markus Zusak


Tengo que reconocer que este libro me ha sorprendido, diría que es una sorpresa contínua en el mejor de los sentidos. Cuando una piensa que el holocausto judío y la segunda guerra mundial ya han sido explorados desde todos los ángulos posibles, se da cuenta de que no es así. Este libro tiene la peculiaridad de contar con una narradora nada común: la muerte. Es una voz narrativa omnisciente y que, además, ofrece frecuentes guiños al lector. Primero hace lo que nunca debe hacer un buen amigo: "chafarte" el final del libro adelantándote lo que va a pasar. Luego consigue que esos anticipos te conviertan en su cómplice, pues la protagonista de la historia desconoce el secreto de su destino, compartido tan sólo por el lector y la narradora. Eso te confiere un poder especial en la historia, es como estar implicada de un modo personal. Si hablamos del argumento, sólo confiaría el esquema básico del "secreto" (no olvidemos que quien no ha leído "La ladrona de libros" no forma parte del equipo): es la historia de una niña, de su familia adoptiva y de sus amigos. Esta niña tiene una peculiaridad: está hechizada por las palabras y no puede evitar robar libros. Casi se diría que los libros se autocolocan en su camino para facilitarle el robo. ¡Una auténtica delicia para el paladar lector!